Compartir la entrada "7 retos post COVID-19 para la agricultura en México"
En México, el impacto de la pandemia por Covid-19, tuvo mayor afectación en el sector salud y el sector económico. Sin embargo, si podemos hablar de un sector importante pero descuidado en México, ése es el sector rural. La población rural, que integra al sector agrícola, representa 20 % del total (24 millones de habitantes) de la población y es el generador de alimentos bienes y servicios ambientales para el consumo local o de exportación de acuerdo con cifras del INEGI y la CONAPO.
Actualmente México se posiciona en el lugar 11 a nivel mundial como una de las naciones más importantes en la producción de alimentos de cultivos agrícolas y el octavo con mayor superficie dedicada a la siembra. Lamentablemente, las condiciones extremas que viven la mayoría de los campesinos en nuestro país (falta de servicios y pobreza) y el poco apoyo económico que se brinda a este sector, evita el desarrollo máximo del sector agrícola.
Es por ello que nos parece importante en Flux Financiera exponer los retos a los que se enfrenta la agricultura en México tomando como base un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estadísticas oficiales de secretarías e instituciones del Estado, organismos internacionales y gubernamentales.
Reto 1. Crecimiento poblacional
De cuerdo con el gobierno de México, el desafío de garantizar la alimentación a una población que crece rápidamente se estima alcanzará los 138.1 millones de habitantes en 2030 lo que requerirá producir 14% más alimentos. Esto obliga a reorientar la política agroalimentaria en donde los principales cambios esperados se sintetizan en la visión y el compromiso de construir un nuevo sistema agroalimentario: productivo, justo, saludable, incluyente y sustentable.
Reto 2. El cambio climático y la falta de agua
La consecuencia de este son las sequías y las inundaciones que perjudican, y en muchas ocasiones, acaban con los cultivos, la falta de agua es otro reto de los más complejos debido a la gran cantidad de agua que se requiere en la agricultura. (el 70% de agua en el país es destinada a la agricultura).
En el Foro EF Agro: Agricultura en tiempos de pandemia: “Motor de desarrollo Económico”, realizado en agosto del presente año, se abordaron los retos que enfrenta la agricultura en México, uno de los cuales es reducir el uso de recursos naturales ante el cambio climático; además cada vez más tanto productores como consumidores, exigen prácticas sustentables en la producción de los bienes agropecuarios y agroindustriales, se habló también de intensificar los programas de tecnificación de riego para un uso más racional del agua en el campo y en la agricultura; se debe tomar en cuenta que vivimos en un país con un desarrollo desigual y combinado existiendo por lo tanto una diferenciación al interior de dicho sector, hay productores que tienen acceso a tecnologías avanzadas y de innovación y por otro lado están los campesinos, minifundistas, ejidatarios que desarrollan la agricultura en condiciones precarias.
Reto 3. Falta de infraestructura y deficiencias en la comercialización
La comercialización y la infraestructura de soporte del sector primario, muestra deficiencias importantes que dificultan el acceso de los productores a los mercados, principalmente a los pequeños productores.
La comercialización se caracteriza por una elevada intermediación, por falta de estándares de calidad, y por poca disponibilidad de infraestructura de almacenamiento, de procesamiento o para el transporte en frío en diversas regiones del país. También tienen un impacto negativo la informalidad en las relaciones comerciales, así como la inexistencia de información oportuna y confiable sobre los precios y los volúmenes comercializados. Cabe señalar que la mayor parte de la comercialización de los productos agrícolas en México ocurre a través de intermediarios (51.5% de las ventas de la producción agrícola), canal que ha incrementado su participación en años recientes, de acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria 2018.
Respecto a la insuficiencia de infraestructura para el desarrollo de las actividades agropecuarias, destaca la necesidad de almacenamiento. Debido a la estacionalidad de la producción, el almacenamiento de granos y semillas es crucial para la comercialización. La capacidad de los almacenes de granos y oleaginosas no corresponde con la distribución geográfica de la producción. A nivel municipal, de los 2,396 municipios que producen granos y oleaginosas, sólo 16% cuenta con almacenes (dichos municipios cosechan 66.7% del total nacional de granos y oleaginosas).
Asimismo, la infraestructura de almacenamiento es deficiente: en 65.3% de las instalaciones las labores se realizan con maniobras semi-mecanizadas o con esfuerzo físico; 29% carece de laboratorio, y 17.7% son patios. También es crucial el desarrollo de infraestructura en frío, en particular para la comercialización de frutas y hortalizas ya que, sin refrigeración, su vida de anaquel es aproximadamente de una semana, mientras que, con ella se puede prolongar hasta 3 semanas.
Reto 4. Falta de desarrollo
El nivel de ingreso de la población rural es relativamente bajo: 54% de la población rural se ubica en los tres deciles de menor ingreso, mientras que solo 23% de la población urbana se encuentra en esta situación.
Detrás de estas diferencias se observa desigualdad por la baja escolaridad de la población en el medio rural: 68% de la población tiene nivel de estudio máximo de secundaria y 12% no tiene ningún grado de estudios de acuerdo con datos del INEGI. Asimismo, de acuerdo con la CONAPO, la pobreza y marginación de la población rural está focalizada geográficamente, para 2016 existían 1,100 municipios rurales con condiciones de marginación alta o muy alta en la población (45% del total de municipios del país). De esos, 950 están ubicados en las regiones sur y sureste del país (86% de los municipios con condiciones de marginalidad). Algunas entidades federativas del sur y el sureste del país (CHP, GRO y OAX) tienen un ingreso corriente per cápita inferior en 42% al promedio nacional.
La pobreza y marginación afecta particularmente a las mujeres del medio rural; alrededor de 93.5% de ellas tienen un alto grado de vulnerabilidad al carecer de acceso a los servicios de educación, salud y seguridad social. Además, las mujeres enfrentan un menor acceso al crédito y a otros servicios financieros, a pesar de que representan casi la mitad de la fuerza laboral en el campo mexicano.
Reto 5. Apoyo gubernamental insuficiente
México es considerado como un país de ingreso medio-alto pero contradictoriamente, en el medio rural es donde más se acentúa la desigualdad, carencias en educación, en oportunidades laborales y desarrollo personal entre sus pobladores como lo vimos en el punto anterior, aspectos que la pandemia por Covid-19 acentuó. El Gobierno actual realizó cambios estructurales en Secretarías de Estado. Así la Secretaría de Agricultura Ganadería Desarrollo Rural Pesca y Alimentación (SAGARPA) pasó a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER); en dicha reestructuración se incorporaron nuevos programas en beneficio de productores a pequeña escala como:
- Producción para el bienestar.
- Apoyo (7 200 pesos al año) a cafetaleros, cañeros y pescadores del país.
- Precios de garantía para los cultivos de maíz, frijol, trigo panificable, arroz y leche.
- Crédito ganadero a la palabra.
- Distribución de fertilizantes químicos y biológicos.
- Creación del Organismo de Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX).
- Sembrando Vida.
Todas estas estrategias con la finalidad de lograr la autosuficiencia alimentaria, No obstante, en 2020, antes de la pandemia, el Gobierno realizó un recorte presupuestal a 20 de los 24 programas de la Secretaría, y en consecuencia dichos programas no contaron con recursos para operar. En 2019, se asignó un monto al programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable (PEC) superior a los 350 000 mdp, mientras que para el siguiente año se proyectó en el presupuesto federal una reducción de 9 % para este programa y de 30 % para toda la Secretaría.
Las políticas públicas agropecuarias ante la pandemia se han basado más en una estrategia de agilizar y profundizar los programas ya existentes; por tanto, se requiere de programas emergentes para la inversión y el financiamiento a la producción; además se hace necesario el apoyo a esquemas de comercialización para productos agropecuarios destinados al consumo interno ya que el consumo de alimentos continúa.
Sin duda el común denominador de los retos a enfrentar por el sector es la necesidad de inversión y de políticas públicas encaminadas a impulsar el sector agrícola que ha sido castigado por tanto tiempo para lograr resultados en el mediano y largo plazo, dichas políticas deben estar basadas en la tecnología y en la ciencia.
Reto 6. Poca inversión en nuevas tecnologías
Es indispensable la implementación de nuevas tecnologías que permitan el desarrollo de las prácticas agrícolas de manera sustentable y con un menor impacto en el medio ambiente, es evidente que no se pueden seguir utilizando las prácticas agrícolas convencionales, es necesario innovar.
En el Foro EF Agro: Agricultura en tiempos de pandemia: “Motor de desarrollo Económico”, realizado en agosto del presente año, se abordaron los retos que enfrenta la agricultura en México, uno de los cuales es reducir el uso de recursos naturales ante el cambio climático; pues cada vez más, tanto productores como consumidores, exigen prácticas sustentables en la producción de los bienes agropecuarios y agroindustriales, también se habló de intensificar los programas de tecnificación de riego para un uso más racional del agua en el campo y en la agricultura. Se debe tomar en cuenta que vivimos en un país con un desarrollo desigual y combinado existiendo por lo tanto una diferenciación al interior de dicho sector, hay productores que tienen acceso a tecnologías avanzadas y de innovación y por otro lado están los campesinos, minifundistas, ejidatarios que desarrollan la agricultura en condiciones precarias.
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Como ya mencionamos las empresas con capacidad financiera tienen a su alcance una gran variedad de tecnologías a las que pueden recurrir para incrementar sus rendimientos: sistemas de riego, invernaderos, vigilancia más exacta de los cultivos en tiempo real por medio del Big Data entre muchos otros que a través de la digitalización les permiten controlar y planear a largo plazo el proceso de la cadena de valor, como lo comenta Eduardo Durazo en la revista expansión.
El uso de estas herramientas permitirá una industria más competente y resiliente, pero para utilizar todas las bondades que la tecnología nos brinda es necesario el recurso monetario y sin duda alguna la falta de inversión y financiamiento en la agricultura en México es un reto inmediato que vencer, es por ello por lo que las alianzas publico privadas con el fin de usar la ciencia y la tecnología en pro de la agricultura en México son esenciales para enfrentar los desafíos en el campo mexicano.
Reto 7. Baja inclusión financiera y acceso a financiamiento
Para contrarrestar los retos anteriores es fundamental impulsar el crédito del sistema financiero bancario y no bancario al sector agropecuario. No obstante, el financiamiento al sector agropecuario ha sido relativamente bajo en los últimos años; mientras que el sector primario contribuye con alrededor del 3.2% del PIB nacional, el crédito al sector representa únicamente el 2.5% del financiamiento total de la banca comercial al sector privado no financiero. En contraste, el financiamiento al sector industrial y al sector de servicios representan el 25.7% y 31.9%, respectivamente (el resto del financiamiento corresponde a hogares).
A continuación cuatro principales causas de la exclusión financiera en el sector agropecuario y rural de México
- La asimetría de información en el mercado de crédito: ocurre cuando una empresa cuenta con más información de su proyecto de inversión que el intermediario financiero. Esta falla de mercado es más frecuente en el sector primario ya que la banca tradicional no está siempre tan familiarizada como el propio productor, con las fuentes y factores que afectan la información (precios, producción y tendencias) de los productos primarios. Como resultado, existe una diferencia entre la demanda de crédito y la oferta de fondos al sector agropecuario y rural. Esta diferencia se conoce como «brecha de financiamiento».
- Falta de infraestructura financiera: mientras que el promedio de sucursales bancarias en los países de la OCDE es de 27.1 por cada 100,000 adultos, en México es de 14.1. Lo anterior repercute directamente en el nivel de financiamiento de la economía pues en México 47% de la población adulta de las localidades rurales no cuenta con ningún crédito, ya sea formal. En el ámbito agropecuario, de acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria 2018, sólo 9.9% de las unidades de producción obtuvieron un crédito o préstamo.
- La falta de educación financiera: de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), «la educación financiera, es el proceso mediante el cual, tanto los consumidores como los inversionistas financieros logran un mejor conocimiento de los diferentes productos financieros, sus riesgos y beneficios, y que, mediante la información o instrucción, desarrollan habilidades que les permiten una mejor toma de decisiones, lo que deriva en un mayor bienestar económico». Por lo tanto, el fomento a la educación financiera podría facilitar el acceso al crédito para aquellos que no lo toman por prejuicios, falta de información o desconfianza. De manera general, de acuerdo con la ENAFIN, las empresas en México no suelen solicitar crédito porque tienen la impresión de no necesitarlo o de que es caro.
- Las características propias de las unidades de producción: las unidades de producción rurales son principalmente de carácter familiar y se encuentran en condiciones vulnerables para el acceso al crédito. De acuerdo a los principales resultados del diagnóstico del sector rural y pesquero de México (SAGARPA-FAO), los estratos de carácter familiar componen el 73% de la actividad económica, lo que incrementa las dificultades de los intermediarios financieros para seguir las acciones de los prestatarios, para controlar los riesgos inherentes a la producción y comercialización y para disminuir los costos financieros, teniendo como resultado que los intermediarios financieros prefieran no financiar proyectos del sector primario aun cuando tengan un rendimiento esperado positivo.
Por qué el factoraje financiero es una excelente alternativa de financiamiento
El factoraje financiero es un mecanismo de financiamiento a corto plazo que apoya la liquidez financiera de las empresas, obteniendo el pago anticipado de las cuentas por cobrar de ventas a crédito de sus clientes.
Algunos de los aspectos más importantes a considerar cuando se toma la decisión de acudir a este tipo de financiamiento son; por un lado, generar la menor cantidad de deuda posible y por el otro, identificar las mejores opciones de acuerdo a las necesidades de la empresa y su entorno macroeconómico. A continuación, algunas de las ventajas de recurrir al factoraje financiero frente a préstamos bancarios principalmente.
- Disposición de liquidez inmediata.
- Externalizar la gestión del cobro.
- No se generan deudas y aporta un historial crediticio favorable para la empresa.
- Con Flux Financiera: Asesoría financiera y tecnología al servicio de nuestros clientes.
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