Antecedentes del factoraje en México

La estatización bancaria de 1982 trajo, entre otras consecuencias, la separación de dos subsistemas dentro del sistema financiero mexicano, uno, los bancos, y el otro, el de los auxiliares individuales y colectivos en el tráfico mercantil del crédito.

En México no había legislación que contemplara esta figura, y no estaba sujeta a la autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Las empresas de factoraje, surgidas a principios de los 80 como empresas controladas por bancos, se han constituido en importantes prestadoras de servicios financieros para un gran número de empresas. Por esta razón, se han multiplicado de manera considerable, obteniendo su reconocimiento formal en la Ley de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito en el año de 1990, en donde se agregó un capítulo denominado “De las Empresas de Factoraje Financiero”, a través de dicha Ley se dio el reconocimiento jurídico a dichas empresas, como organizaciones auxiliares del crédito.

Al efecto, desde tiempo atrás venían operando en el mercado sociedades que practicaban el descuento de documentos sin que las autoridades financieras tuviesen la facultad de regular y supervisar su actividad. Esta falta de control y vigilancia sobre volúmenes importantes de financiamiento constituía un vacío de información sobre el impacto que esta actividad tenía en el sistema financiero y, sobre todo, una ausencia total del control sobre un eslabón importante del sistema crediticio.

De tal forma que, con el fin de regular su operación y garantizar la protección de los intereses de los usuarios, se optó por reconocer oficialmente la figura de las empresas de factoraje.  

Las Sociedades Financieras de Objeto Limitado (SOFOLES) surgieron en 1993, como resultado del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, ya que en las mesas de negociaciones se incluyó el tema de crear en México intermediarios financieros de propósito único, o de objeto limitado, como los ya existentes en Estados Unidos (nonbank banks), con el objetivo de involucrarse en el esquema y programa de apertura del sector financiero, incluido el factoraje financiero.

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En 2006 se publican varias reformas a diversas leyes, incluida una a la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, ordenamiento que da origen a la constitución de las SOFOMES (Sociedades Financieras de Objeto Múltiple), cuyo objeto principal es la realización habitual y profesional de actividades de otorgamiento de crédito, arrendamiento financiero o factoraje financiero.

¿Qué es el factoraje financiero?

De acuerdo a lo señalado por la AMEFAC, Asociación Mexicana de Factoraje Financiero y Actividades Similares, A.C., el Factoraje “es un mecanismo de financiamiento a corto plazo que apoya el crecimiento de las Empresas, obteniendo el pago anticipado de las cuentas por cobrar de ventas a crédito de los clientes. Aquella actividad en la que mediante contrato que celebre la empresa de factoraje con sus clientes (cedentes), personas físicas o morales que realicen actividades empresariales, la primera adquiere de los segundos derechos de crédito relacionados a proveeduría de bienes, de servicios o de ambos, a un precio determinado o determinable”.

¿Cómo funciona el factoraje financiero?

De acuerdo con Bancomex  un “contrato de factoring” es un contrato celebrado entre dos partes, una parte (el proveedor) y otra parte (el factor) en virtud del cual:

El proveedor puede o deberá ceder a los factores, cuentas por cobrar derivadas de los contratos de venta de bienes entre el proveedor y sus clientes (deudores) distintos a los de la venta de bienes comprados para su uso personal, familiar o doméstico;

El factor realiza al menos dos de las siguientes funciones:

  • Financiamiento para el vendedor, incluidos préstamos y pagos anticipados.
  • Mantenimiento de cuentas (administración) relacionadas con las cuentas por cobrar.
  • Cobro de cuentas por cobrar.
  • Protección contra el incumplimiento en el pago por parte de los compradores.

Por otro lado, la notificación de la cesión de las cuentas por cobrar se realizará por escrito a los deudores.

Participantes en una operación de factoraje

  • Un proveedor de bienes o servicios que vende a plazo, por lo que se genera una cuenta por cobrar. Al proveedor comúnmente se le conoce como “cedente”.
  • Un comprador, que se convierte en el “deudor” de las cuentas por cobrar, siempre y cuando reciba los bienes o servicios a satisfacción. El pago lo realizará al vencimiento del plazo pactado.
  • Una empresa de factoraje o banco, denominado “factor”, que adquiere los derechos de crédito a través de la cesión de las cuentas por cobrar por parte del proveedor “cedente” y que al vencimiento realiza el cobro al comprador “deudor” 

Clasificación de operaciones de factoraje:

  1. Factoraje a clientes
  2. Factoraje a proveedores
  3. Factoraje con recurso
  4. Factoraje sin recurso
  5. Factoraje cobranza directa
  6. Factoraje de cobranza delegada

Factoraje a clientes

Conocido en inglés como “Seller Centric” justamente porque se promueve, formaliza e implementa a partir de la relación que establece un factor con un proveedor de bienes o servicios. El proveedor requiere capital de trabajo; realiza ventas a plazo y por ello tiene una cartera de clientes sobre la cual quiere obtener financiamiento. El proveedor cede los derechos de cobro al factor, quien le otorga financiamiento basado en dicha cartera.

Factoraje a proveedores

Conocido en inglés como “Buyer Centric” o “Reverse Factoring” porque contrario al factoraje a clientes, la promoción e implementación parte de la relación que el factor establece con un gran comprador. El comprador accede a que los proveedores obtengan financiamiento al amparo de una línea de riesgo contraparte que el factor establece. Una vez que el comprador recibe los bienes o servicios, emite pagarés o letras de cambio físicas, o bien publica un mensaje de datos en alguna plataforma electrónica, en la que formaliza el reconocimiento de la obligación de pago y confirma el importe a pagar y la fecha exacta de pago. El proveedor cede los derechos de cobro de aquellos títulos de crédito o bien del reconocimiento hecho por medio del mensaje de datos electrónico a favor del factor, quien lleva a cabo la cobranza al vencimiento de dicho documento. De esta manera, a partir de un comprador, se pueden financiar una multiplicidad de proveedores.

Factoraje con recurso

El cliente queda obligado solidariamente con el deudor, a responder por el pago puntual y oportuno de los derechos de crédito transmitidos a la empresa de factoraje financiero.

Factoraje sin recurso

El cliente no queda obligado a responder por el pago de los derechos de crédito transmitidos a la empresa de factoraje financiero.

Cobranza directa

Cuando existe una cesión de derechos de cobro y con base en la notificación que se hace al comprador, le corresponde al factor realizar la cobranza al vencimiento de las cuentas por cobrar. De esta manera, el comprador debe pagar directamente al factor, ya sea que lo haga mediante un cheque, o bien, mediante una transferencia bancaria.

Cobranza delegada

Existen algunos casos de excepción, en los que el factor está de acuerdo en no llevar a cabo la cobranza de manera directa y delega esta actividad al proveedor, con la obligación de que éste reembolse al factor los importes recuperados por parte del comprador, al menos lo correspondiente al importe anticipado cuando se realizó la operación de factoraje, es decir, restando el aforo. Normalmente, la cobranza es delegada porque:

  • El proveedor tiene una excelente calidad crediticia.
  • Se trata de una operación de Factoraje con Recurso, en la que existe el compromiso de pagar por parte del proveedor en caso de que no lo haga el comprador.
  • Existe alguna negativa por parte del comprador de pagar a un tercero, ya que únicamente está dispuesto a pagar a su proveedor.

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Cómo funciona el factoraje en Flux Financiera 

En Flux Financiera somos una SOFOM confiable con más de 10 años de experiencia en el mercado que impulsa el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas en México a través del factoraje. Comprometidos con el desarrollo de nuestro país y el mundo, ofrecemos productos financieros para solucionar los problemas de liquidez de nuestros clientes, siempre apegados al marco regulatorio y las mejores prácticas a nivel global. 

En gráfico se muestra un ejemplo de cómo funciona el factoraje con recurso, obteniendo como principales beneficios para nuestros clientes :

  • El factoraje con recurso suele ser menos costoso que un préstamo bancario.
  • Los requisitos para aprobar líneas de financiamiento son menores.
  • Se usa eficientemente los recursos de la empresa al financiarse con sus propios medios.
    Incentiva el ahorro.
  • Liquidez inmediata sin límite en los montos solicitados.
  • La empresa puede formar un historial crediticio confiable y con esto aumentar sus posibilidades de tener otras formas de financiamiento.

 

 

 

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