¿Qué es el comportamiento de liderazgo? 

El comportamiento de liderazgo es el conjunto de rasgos y las acciones que hacen que un individuo sea eficiente como líder. Este comportamiento es el proceso por el cual una persona puede guiar, dirigir e influir en el trabajo de los demás para cumplir objetivos específicos. Estas acciones y estrategias se pueden aprender para aumentar la eficacia de quienes los rodean. 

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Los buenos comportamientos de liderazgo son cruciales para convertirse en alguien que inspire y guíe a las personas para maximizar la eficiencia y alcanzar las metas de la organización y hacer posible que aumente la productividad de un equipo, retener el talento del negocio y nutrir a los próximos líderes. 

A continuación te damos una lista de diez comportamientos básicos con los que un líder sin duda obtendrá buenos resultados: 

  1. Ser honesto.
  2. Tener confianza en sus decisiones.
  3. Ser accesible hacia todo el entorno. 
  4. Proporcionar  retroalimentación objetiva.
  5. Predicar con el ejemplo.
  6. Crear un programa de recompensas para los miembros del personal.
  7. Redefinir constantemente la forma de pensar, buscando mejoras.
  8. Abordar  los problemas potenciales antes de que se conviertan en problemas.
  9. Prestar atención a las necesidades de los empleados individuales y tratar de satisfacerlas.
  10. Fomentar la creatividad manteniendo abiertas las líneas de comunicación.
     

Por otro lado, en momentos de crisis, el posicionamiento que debe mostrar un líder para sí mismo y con su equipo es especialmente importante, de acuerdo con una investigación publicada en Harvard Business Review  se toma en cuenta más de 21.000 evaluaciones de liderazgo entre ejecutivos de alto nivel y se ha concluido que para avanzar en una crisis, los líderes deben cultivar cuatro comportamientos clave, los cuales te los explicamos con mayor detalle. 

Comportamiento 1: Decidir con velocidad 

La situación cambia día a día, incluso a cada hora. Los mejores líderes procesan rápidamente la información disponible, determinan rápidamente lo que más importa y toman decisiones con convicción. Durante una crisis, se avecina una sobrecarga cognitiva; la información es incompleta, los intereses y las prioridades pueden chocar, y las emociones y ansiedades se disparan. La parálisis del análisis puede resultar fácilmente exacerbada por la tendencia natural de las organizaciones a generar consenso. Los líderes deben superar la inercia para mantener a la organización capacitada en la continuidad del negocio hoy mientras aumentan las probabilidades de éxito a mediano y largo plazo centrándose en las pocas cosas que más importan. Un marco simple y escalable para la toma de decisiones rápidas es fundamental.

Recomendaciones:

  • Definir  prioridades.
  • Has concesiones inteligentes…  ¿la supervivencia hoy y el éxito mañana?
  • Nombra a los tomadores de decisiones.
  • Adopta la acción y no castigues los errores. Ocurrirán errores, pero nuestra investigación indica que no actuar es mucho peor.

Comportamiento 2:  Adaptarse con valentía.

Los líderes fuertes se adelantan a las circunstancias cambiantes. Buscan aportes e información de diversas fuentes, no tienen miedo de admitir lo que no saben y aportan experiencia externa cuando es necesario.

Comportamiento 3: Entrega confiable.

Los mejores líderes asumen la propiedad personal en una crisis, aunque muchos desafíos y factores se encuentran fuera de su control. Alinean el enfoque del equipo, establecen nuevas métricas para monitorear el desempeño y crean una cultura de responsabilidad.

Recomendaciones:

  • Mantenerse  alerta y alineado en un tablero diario de prioridades. 
  • Establecer  KPI y otras métricas para medir el rendimiento. 
  • Mantener  la mente y el cuerpo en ecuanimidad incluso cuando otros están perdiendo la cabeza (es bueno abastecerse de energía, reservas emocionales y mecanismos de afrontamiento).

Comportamiento 4: Participar para generar impacto.

En tiempos de crisis, ningún trabajo es más importante que cuidar a tu equipo. Los líderes efectivos comprenden las circunstancias y las distracciones de su equipo, pero encuentran formas de involucrar y motivar, comunicando de manera clara y completa nuevos objetivos e información importantes. Este punto merece especial atención, porque aunque la pandemia de COVID-19 es, por supuesto, una crisis sanitaria, también ha desencadenado una crisis financiera. Sus líderes deben reiterar nuevas prioridades con frecuencia para garantizar una alineación continua en este momento de cambio constante y estresante.

Recomendaciones:

  • Profundiza para involucrar a tus equipos. Cuando la comunicación se rompe y los líderes actúan sin la participación del equipo, como puede suceder más fácilmente cuando el trabajo es remoto, obtienen resultados inferiores.
  • Pide ayuda según sea necesario. Los mejores líderes saben que no pueden hacerlo todo por sí mismos. Identificar estructuras de equipo y asignar personas para apoyar los esfuerzos  es clave.
    Recoger y amplificar mensajes positivos: éxitos, actos de bondad, obstáculos superados. Muchas empresas están vinculadas a un propósito noble, como salvar vidas, fabricar equipos médicos, ayudar a que los mercados funcionen de manera más eficiente o brindar alegría. Sea cual sea su propósito, celebra a tus héroes diarios (a menudo anónimos). Simplemente mantenerse productivo en estos tiempos es heroico.

Como líder de líderes, navega por prioridades nuevas y en constante cambio con tiempo limitado para reaccionar. Algunas pequeñas inversiones en apoyo y entrenamiento pueden contribuir en gran medida a aumentar la eficacia de tus líderes.

Los momentos de crisis revelan mucho sobre los líderes debajo de ti. Una vez que el fuego inmediato esté bajo control y tengas un momento para recuperar el aliento, piensa en quién estuvo a la altura de las circunstancias, quién tuvo problemas y por qué. Considera cómo cambiarán los roles en el mundo posterior a la crisis y si tus ejecutivos clave están posicionados para el éxito. Por último y más importante, pregúntate a quién quieres en la mesa tanto en la crisis actual como en el ansiado mañana cuando emerjamos a un nuevo panorama. 

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